domingo, 3 de abril de 2011

Mirón y sus Obras más importantes



Mirón de Eleúteras


 Como bien indica su nombre, nació en Eleúteras, que se encuentra entre el Ática y Beocia, según dice la tradición Mirón fue alumno de Hagéladas De Argos (al igual que lo fueron Policleto y Fidias) y terminó su formación cerca del 460 a. C.
Se sabe muy poco de la vida de Mirón, sabemos que se le sitúa en la escuela ateniense tras su marcha de su ciudad natal, suponemos que marchó de la ciudad de Eleúteras porque siempre se encontraba en guerra y era casi siempre arrasada.
Mirón sobresalió entre los demás escultores por su peculiar estilo (era un artista desarraigado) lo que le hizo separarse de las tradiciones de escuela e independizarse.
Mirón fue broncista pero las obras que nos llegan hoy en día de él son copias romanas hechas en mármol.

A Mirón se le atribuyen muy pocas obras pero que destacan por su movimiento, ayudado de las composiciones en arco de círculo, y por retratar siempre el “instante fugitivo”[1]



Ø      Discóbolo (455 a. C)
      Una de sus obras más importantes es el Discóbolo  perteneciente a su época de juventud el cuál lo identificamos a partir de varias copias romanas y a la minuciosa descripción hecha por Luciano. Una de las copias más completa es la que se encuentra en el Museo de las Termas en Roma, que había formado anteriormente parte de la colección Lancelotti[1].
En éste discóbolo podemos ver a un joven en el momento de lanzar un disco volviendo la cabeza hacia atrás y el cuerpo en un giro muy pronunciado (dando un movimiento de inestabilidad) pero a su vez armonioso por su composición en dos arcos de círculo. Esta estructura a su vez se encuentra montada dentro de un triangulo pequeño, y así creciendo hasta formar cuatro triángulos, los rizos de su cabeza apenas destacan y el gesto de su cara es inexpresivo, tiene la anatomía muy geometrizada con leves detalles de su musculatura lo que nos lleva a pensar que Mirón lo que quería era que nos fijáramos en el juego matemático de la propia estructura más que en los detalles.



Otras de las obras características son las que se realizaron para conmemorar en la Acrópolis de Atenas la victoria contra Beocia, siendo su ciudad más importante Tebas, esas esculturas son:

Ø      El grupo de Atenea y Marsias (450 a. C)
Todo lo que sabemos realmente de este grupo con certeza, es a través de las monedas que se han encontrado y, a partir de ellas, se han realizado copias romanas escultóricas de bulto redondo.[3]
Cuenta la historia que, Marsias (personaje dionisíaco, también llamado sátiro) paseaba por el bosque cuando de repente se encontró con Atenea que había inventado la doble flauta, a Marsias le encantó el sonido de aquel instrumento, pero a Atenea no tanto porque al tocarlo la desfiguraba la cara, así pues, ella la tiró y la recogió Marsias convirtiéndose en un virtuoso de la música.
Justo ese momento es el que se ha representado en este grupo (cuando Atenea tira el instrumento), se puede observar la serenidad de una Atenea juvenil (con unos pliegues en su peplo no tan rígidos a como se representaban en el periodo severo) cuando ha tirado el instrumento y la sensación de gran expresividad de asombro por parte de Marsias (se refleja tanta sorpresa en su gesto que parece una máscara propia del teatro clásico).
Esta historia y a la vez este grupo manda el mensaje de “lo que los atenienses no queramos, se lo quedan los tebanos” por tanto un mensaje político propio después de la victoria contra Beocia.
Este grupo está concebido para dar sensación de movimiento a la escena, está formando una “V” o diagonales que comienzan en un mismo punto, se siguen apreciando los arcos de círculos propios de este autor sobre todo en la figura de Marsias.

Hay otras obras que no se sabe claramente si pertenecen a Mirón, pero igualmente se le atribuyen por su gran parecido en cuanto al trato en las facciones y a geometrización de la anatomía humana, estas obras que hoy día se le atribuyen a él son:

Ø      La ternera
Lo poco que se sabe de ella es gracias a las fuentes que hemos encontrado, porque no hay ninguna copia romana que diga cual es claramente la “Ternera de Mirón”.
Se dice que esta ternera parecía tan real que incluso los toros cuando la veían mugían y los becerritos corrían hacia ella, los pastores decían que si en esa roca donde se encontraba esculpida, la hubieran puesto piernas, la misma vaca andaría por sí sola[4].


Ø      Heracles
 No se esta muy seguro de si esta obra verdaderamente pertenecía a  Mirón, sólo se sabe que posiblemente Mirón, se ocupó de realizar una escultura colosal, de bronce, para el santuario de Hera en Samos cerca del 439 a. C  en el que se representaba la apoteosis de Heracles y su ingreso, acompañado por la diosa Atenea, en el Olimpo, donde lo acogía Zeus.
De esta escultura han llegado varias copias pequeñas romanas en bronce, quizás una de las más fieles sea un pequeño bronce romano de Júpiter conservado en el Museo de Boston entre las posibles réplicas de la figura de Zeus del grupo de Samos.[5]



Ø      Cabeza de Perseo
De esta obra hay que mencionar que sólo los estudiosos de este escultor, son los que atribuyen  esta escultura al propio Mirón. De ella s e dice que pertenece al periodo más tardío y por tanto de las últimas obras de Mirón, esto se aprecia en la mejora en el tratamiento de los cabellos.
La copia romana más fiel es la perteneciente al Museo Capitolino.[6]


Finalmente, hay que mencionar que al ser Mirón broncista, no nos ha llegado ninguna obra original de él, (puesto que el bronce más tarde, se usaría para armamento y defensa) pero sabemos que tuvo una vasta producción de esculturas, sólo algunas de ellas se han podido identificar a través de los datos aportados tanto por las monedas, como por los textos clásicos y primordialmente por Plinio, según afirma éste, se creía que Mirón fue más fecundo que Policleto y más amante por la simetría y afanado por lo corporal.


[1] M. Á. Elvira Barba, Arte clásico, Madrid, Historia 16, 1996 pp. 64
[2] Imagen perteneciente a la copia romana del Museo de las Termas en Roma
[3] Imagen: Reconstrucción del Grupo de Atenea y Marsias con copias romanas del Museo de Frankfurt y de los Museos Vaticanos; tomada del libro M. Á. Elvira Barba, Arte clásico, Madrid, Historia 16, 1996 pp. 65

[4] Información tomada de: César Cantú,  Historia Universal, 1804 - 1895 Madrid
[5] Información e imagen tomada de: Ramón Corzo Sánchez, Sobre la imagen del Hércules Gaditanus, Universidad de Sevilla.
[6]  Imagen: Testa di Perseo o Erme. Marmo pentelico, copia da un originale greco del V sec. a.C. Da via Labicana, 1886

3 comentarios:

  1. Lo más interesante de Mirón es cómo supera el estilo severo y define ya el clasicismo atreviéndose a composiciones mucho más arriesgadas. Sin embargo, sigue siendo un pelín arcaico en cuanto a la geometrización.
    También es de reseñar la práctica imposibilidad de poder disfrutar de sus obras originales, que se han perdido, ya que (por desgracia) los bronces son muy valiosos... por el metal y lo fácil de reciclar en la fundición.

    Saludetes y enhorabuena por el blog.

    ResponderEliminar